Apariciones y significado
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es muy antigua, remontándose incluso a los primeros días del cristianismo. Se dice que San Juan Evangelista fue el primer devoto del Divino Corazón, ya que en la Última Cena reposó su cabeza sobre el divino pecho del Redentor, simbolizando así una íntima comunión con el amor divino. Sin embargo, fue en el siglo XVII cuando el Sagrado Corazón de Jesús se reveló en su forma actual, a través de una serie de apariciones a Santa Margarita María de Alacoque, una religiosa de la Orden de la Visitación en Paray-le-Monial, Francia.
Santa Margarita María, nacida en 1647, tuvo una vida marcada por una profunda devoción al amor de Cristo desde su infancia. A partir de 1673, comenzó a tener visiones místicas en las que Jesús le revelaba su Sagrado Corazón como un símbolo de su inmenso amor por la humanidad. En estas apariciones, Jesús le mostró su corazón rodeado de espinas, ardiendo de amor y deseando ser venerado por todos los fieles. Margarita recibió el encargo de difundir esta devoción, y fue a través de ella que se establecieron las prácticas de los Primeros Viernes de mes (incluir enlace a esta parte) y la hora santa, invitando a los creyentes a reparar las ofensas cometidas contra el Sagrado Corazón, particularmente cuando está presente en el Santísimo Sacramento.
El Canal del Sagrado Corazón de Jesús mantiene viva esta devoción, y cada año lleva físicamente las peticiones de los devotos al Santuario de las Apariciones en Paray-le-Monial, un lugar sagrado donde muchos peregrinos acuden para rezar y venerar el lugar donde se apareció el Sagrado Corazón para cambiar el mundo. Este acto conecta espiritualmente a los devotos con el sitio original de las revelaciones. (Incluir enlace a peticiones)
Promesas del Sagrado Corazón
El Sagrado Corazón de Jesús, en sus apariciones a Santa Margarita María de Alacoque, le reveló doce promesas destinadas a aquellos que practicaran la devoción a su Corazón. Estas promesas son expresiones del inmenso Amor y misericordia de Jesús hacia los fieles que veneren su Sagrado Corazón, ya sea a través de la oración, la participación correcta en la Eucaristía o actos de reparación.
Entre estas promesas, destaca la llamada “Gran Promesa”, que está ligada a la práctica de los Primeros Viernes de mes. Jesús prometió: “En el exceso de la misericordia de mi Corazón, te prometo que mi amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen los primeros viernes de mes durante nueve meses consecutivos, la gracia de la perseverancia final. No morirán en mi desgracia ni sin recibir los sacramentos; mi Corazón será su refugio seguro en aquel último momento.” Esta promesa ha sido un pilar de esperanza para los devotos, asegurando que quienes cumplan con este acto de devoción serán acompañados por su gracia hasta el último momento de sus vidas, es decir, la promesa de la Salvación y el Cielo.
Las 12 promesas que el Sagrado Corazón de Jesús confió a Santa Margarita son las siguientes:
- Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
- Pondré paz en sus familias.
- Los consolaré en todas sus aflicciones.
- Seré su amparo y refugio seguro durante la vida y, sobre todo, en la hora de la muerte.
- Derramaré abundantes bendiciones sobre sus empresas.
- Los pecadores encontrarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
- Las almas tibias se volverán fervorosas.
- Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
- Bendeciré las casas en las que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea venerada.
- Daré a los sacerdotes el don de tocar los corazones más endurecidos.
- Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y nunca será borrado.
- A todos aquellos que comulguen los primeros viernes de mes durante nueve meses consecutivos, les concederé la gracia de la perseverancia final.
Primeros viernes de mes
La devoción a los Primeros Viernes de mes es una de las prácticas más importantes reveladas por el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque. Esta devoción está directamente relacionada con la “Gran Promesa”, en la cual Jesús asegura a quienes comulguen los primeros viernes de mes durante nueve meses consecutivos la gracia de la perseverancia final. Esto significa que no morirán sin haber recibido los sacramentos y estarán bajo el refugio seguro de su Sagrado Corazón, alcanzando así la promesa de la salvación.
En el Canal del Sagrado Corazón de Jesús (CSCJ), promovemos esta devoción como un medio para la sanación de las familias. El cumplimiento de esta promesa trae paz, unidad y estabilidad a los hogares, tal como lo prometió el Sagrado Corazón: “Pondré paz en sus familias”. Creemos que esta devoción tiene el poder de transformar corazones y restaurar relaciones familiares rotas, devolviendo la armonía en tiempos de dificultad.
Cada primer viernes de mes, en el CSCJ grabamos y publicamos un video especial para recordar a todos nuestros devotos la importancia de cumplir con esta práctica. A través de estos videos, te acompañamos en oración, guiándote en cómo vivir esta devoción de forma auténtica y con el corazón abierto a las gracias que el Sagrado Corazón quiere derramar sobre ti y tu familia.
Entronización del Sagrado Corazón de Jesús
La entronización del Sagrado Corazón de Jesús es un acto solemne por el cual una familia, comunidad o institución reconoce a Cristo como el Rey y centro de sus vidas, cumpliendo así el llamado de “Viva Cristo Rey” dentro del hogar. Al colocar la imagen del Sagrado Corazón en el lugar de honor, se reconoce a Jesús como soberano del hogar, protegiendo y guiando a la familia con Su amor y misericordia.
Esta devoción fue difundida ampliamente por el P. Mateo Crawley, quien experimentó un milagro que transformó su vida y misión. En 1907, estando gravemente enfermo y sin esperanzas de recuperación, P. Mateo viajó al Santuario del Sagrado Corazón en Paray-le-Monial. Allí, frente al Sagrado Corazón, experimentó una sanación milagrosa. Inspirado por esta curación, dedicó el resto de su vida a difundir la devoción al Sagrado Corazón a través de la entronización, como un medio para que Cristo reine en los hogares. Este milagro es un claro ejemplo de cómo el Sagrado Corazón de Jesús nos acompaña en nuestras pruebas personales, incluyendo los quebrantos de salud.
Jesús prometió: “Bendeciré las casas en las que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea venerada”. En el Canal del Sagrado Corazón de Jesús, seguimos las enseñanzas y devociones promovidas por el P. Mateo, animando a las familias a vivir bajo el reinado de Cristo, y a recibir las gracias prometidas por Su Sagrado Corazón.
A través de nuestros recursos y videos, te guiamos paso a paso en cómo realizar la entronización en tu hogar, asegurando que el Sagrado Corazón de Jesús sea el centro de tu vida familiar y que Su paz y bendiciones reinen en tu hogar.