Cuando el mundo hiere a la Virgen, los hijos deben levantarse: los ataques contra Nuestra Señora de Guadalupe en 2025

El año 2025 ha sido marcado por dolorosos ataques contra la Virgen de Guadalupe: obras blasfemas en universidades, altares destruidos, intentos de fusionar su imagen con cultos macabros y profanaciones en templos. Estas agresiones no son simples polémicas culturales, sino signos de una creciente hostilidad hacia lo sagrado, especialmente hacia María, cuya pureza y maternidad irritan a un mundo que rechaza la luz.
Ante cada ofensa, la respuesta cristiana no puede ser la indiferencia. La historia demuestra que cuando la Virgen es atacada, Dios pide a sus hijos oración, reparación y fidelidad. Estos hechos llaman a un renovado amor a Nuestra Señora: a ponernos de pie, a rezar más, a reparar más y a vivir con mayor coherencia nuestra devoción.
El mensaje es claro: cuando el odio se dirige a la Madre, los hijos deben responder con amor. Reparar no es solo consolar a María, sino afirmar públicamente la fe y no permitir que la blasfemia se vuelva costumbre. En tiempos de tinieblas, la fidelidad a la Virgen de Guadalupe es un acto de justicia y de esperanza.