La Sangre del Redentor: el gran tesoro olvidado

En un mundo saturado de símbolos y distracciones, la Sangre de Cristo —fuente de nuestra redención— ha sido silenciosamente olvidada. No rechazada, sino ignorada, incluso por muchos fieles. Esta Sangre, derramada por amor en la Cruz, es una realidad viva y poderosa, no un simple recuerdo devocional.
Sanar esta omisión comienza en casa: con una imagen que recuerde el sacrificio del Redentor, con oraciones sencillas que invoquen su Sangre, y con una renovada conciencia de que fuimos salvados a un precio infinito. Volver a honrar la Preciosísima Sangre es volver al centro de la fe, al amor que sangró por nosotros.
No dejemos que el olvido reine donde debería haber gratitud. Que la Sangre del Cordero sea en cada hogar y corazón escudo, refugio y testimonio del amor más grande.